¿Paseo pa' quien?

El dilema de Paseo Caribe ha puesto un gustito picante a esta época navideña que acaba de comenzar. Después de meses de polémicas, acusasiones, empujones, insultos y hasta un juicio por el "Tribunal del Pueblo", la obra ha sido paralizada por los próximos 60 días. Esta deliberación no le cayó muy bien a los trabajadores, ya que no contarán con los chavitos que generarían continuando la construcción ingenuamente.

La entrada
al islote del Viejo San Juan ha sido un dolor de cabeza esta última semana por los piqueteros que allí se encuentran. Son compuestos mayormente de: coaliciones ambientales, artistas o figuras de farándula, profesores y estudiantes universitarios y todos aquellos con ansias de "guindar" a la mafia extranjera inversionista. Todos esperan que se descubra la verdad sobre el otorgo de permisos, su influencia en administraciones políticas y chantajes que deben haberse suscitado para mantener el proyecto en agenda ya varios años.

La zona en cuestión -tan histórica y deslumbrante- es la preciada costa capitalina donde los desarrolladores y planificadores ingenian como lucrarse con proyectos ergidos para el turista adinerado o inquilino prominente que poco le importa la intergridad de la tierra de dominio público. Es más que obvio, que hay que tener un impresionante poder adquisitivo para tener un lindo apartamento con vista al mar en Paseo Caribe.

Que nuestras costas han sido una mina de oro para desarrolladores e inversionistas es bastante evidente. Grandes y lujosos complejos de vivienda y hospederías en zonas costeras -donde generaciones de escasos recursos residen- son construidos para revestir la comunidad y la realidad social que allí pernea.

Con todo lo que ha sucedido este año en el país -este revuelo causado por su desarrollador Arturo Madero- ha agudizado la furia de un pueblo sometido por el estado y ha reiterado el atropello de los grandes intereses con su manera de conseguir permisos de manera fraudulenta. Ya la paciencia se acabó y unánimaente el pueblo quiere que se investigue y se esclarezca todos los trámites de Madero y políticos inescrupulosos que buscan agilizar proyectos para compensaciones políticas o buscar influencias con los ricos.


Paseo Caribe se ha tornado de un proyecto que obstruye el acceso al Fuerte San Cristobal, a una lucha semi-patriótica
por la injusticia que sufre el pueblo por la corrupción del estado con el extranjero inversor. Ya no es una lucha ambiental, ni una por la protección de monumentos o estructuras históricas, sino una de repudio que trata de acentuar el débil coraje sociocultural boricua. Se ha vigorizado el sentimiento de confrontación y resistencia contra el aparato opresor que una vez más trata de apabullar a todos a palos.


Personajes como Tito Kayak han arrastrado el sentimiento cautivo de lucha contra el desarrollo capitalista burgués que nos arropa. Aunque Tito no se identifica públicamente con la lucha de izquierda, ha demostrado tener la valentía de correr grandes riesgos para demostrar que no podemos quedarnos sumisos en la acción. Su postura es incuestionable y la insistencia por la protección de nuestra tierra es digno de admirar.


El legislador renegado del PNP, Orlando Parga, está al timón en las investigaciones sobre Paseo Caribe. No ha mostrado miedo en declarar lo ilícito que ha sido el otrorgamiento de permisos en el proyecto y como el territorio es de dominio público. Sin embargo su colega de partido, Jorge de Castro Font, se puso de guapetón de barrio insultando a los manifestantes que, obviamente, ¡se le cagaron en su madre! por dar cara e incitarlos. Ese infeliz dice que su abuela cosió la bandera de Puerto Rico...de verdad que no tiene vergüenza. ¡Por mi que lo fusilen!


Pues el tiempo dirá. Será interesante la defensa de Madero en ARPE (Administración de Reglamentos y Permisos) sobre la debida obtención de permisos y como es inocente de ubicar su magna estructura en territorio público. Para mi, esto va a culminar en una expropiación de los invasores de terreno pero a la inversa, en vez de ser los pobres o inmigrantes, será Madero y sus cuates que han roto la ley con el gobierno como camarada. Se arrescotó mucho de ese lao'... al pensar que el pueblo le gusta ver y admirar los hoteles finos frente a la playa donde solamente ves a los pinches turistas gringos bebiendo margaritas con camarita digital en mano. La playa, ya sea en San Juan, Fajardo, Ponce, Aguadilla o Isabela es, y siempre será, para el pleno disfrute del pueblo puertorriqueño. Hay que pelear por los bello de la tierra y detener a todos aquellos que se quieren lucrar a merced de ella. Privatizar y segmentar nuestros recursos naturales no se puede tolerar!!

¡Abajo con Paseo Caribe y que juzguen, sancionen, penalizen y arresten a todos los involucrados en esta degradación a la dignidad del pueblo!