Nuestro derecho al voto...jaja!

¿Pa' que sirve la papeleta?

Rememoremos el afán de elección de nuestro mandatarios y como nuestro destino ha sido corrompido una y otra vez. Veamos el ejemplo colonial de nuestra bendita isla. La lealtad al proceso electoral es gracias a la traidora democracia regalada por el continente americano bajo la marioneta Muñocista hace más de cincuenta años. Desde ese momento y hasta el son de hoy, el pueblo ha sido subordinado y sumido a la ignorancia histórica. El nivel de opresión y detestable relación que fue impuesta la sociedad puertorriqueña bajo el imperio estadounidense, desarrollo una mentalidad limosnera a un pueblo campesino analfabeta que desconocia la cruda realidad de las intenciones coloniales de Muñoz con sus aliados en Washington. La falsa ilusión de un progreso bajo lemas tales como ''manos a la obra'', continuaron la industrialización de la isla y consigo la interminable varilla y cemento que nos arropa más día a día. Ese método colonial- entre otros- fue el utilizado para la transición socioeconómica del "jíbaro" de la agricultura a las fábricas. Gracias a esto la agricultura hoy día es inexistente. Todo este cambio trajo la política constitucional administrativa que guiará las riendas de un Puerto Rico colonizado y sometido al liderato "yanki".

El liderato bipartidista en Puerto Rico ha sido prolongado bajo el coloniaje americano y nutrido del fanatismo absurdo y desinformado. Estos fanáticos políticos, son en su mayoría: jóvenes de escuela superior, gente de parcelas, barrios, arrabales, residenciales, confinados y gente de edad avanzada que no conoce o le temen a un proceso de cambio constitucional bajo parámetros decentes y reformas socialistas donde se distribuyan las riquezas y el pueblo no reciba más latigazos estatales sin explicación genuina y coherente de culpabilidad. La verdad es que siempre pagamos por la acumulación de errores fiscales y la mala administración de funcionarios coloniales que su prioridad es mantener sus puestos y el poder de su partido con los votos de las masas de ignorantes que cada cuatro (4) años hacen la burrada de ir a un colegio electoral y mantener la colonia viva.

Cada administración que ha pasados por los últimos 50 años ha podido mantener de manera magistral el "fanatismo" ymilitancia que arrastra este pueblo. Esto se ha dado gracias a los votantes que cada 4 de noviembre acuden a un colegio electoral y hacen un X bajo la carita de algún político cobijado bajo las insignias de la pava (PPD), palma (PNP) o banderita blanca y verde (PIP). A este proceso electoral de una democracia colonial, se le denomina "ejercer" tu derecho al voto. Con esto obtenemos unos resultados eleccionarios de ''quítate tu pa' ponerme yo''. Esto lleva que el partido triunfante establezca un nueva plantilla de personajes con agendas de ideales absolutistas partidistas para beneficio de sus componentes y contribuyentes de campaña que, obviamente, tendrán su recompensa en la otorgación de permisos, lavado de dinero, trabajos gubernamentales para sus familiares o simplemente ser parte de un comité decisional del partido que tenga el poder de derribar cualquier polémica que se interpongan con sus grandes interéses. Todo esto sucede gracias a esa muchedumbre del electorado que cegado por el fanatismo irreal de su ignorancia le dan el triunfo por el voto ''erudito'' que ejercen cada cuatrienio.

Tener como motivo de votación un mejor futuro o una persona decente en el poder es pura ilusión redundante. Cada cuatrienio que pasa retrocedemos más en la obtención de la plena soberanía o grito de rebelión colectivo para derrocar al estado. Las trampas partidistas han sido aceptadas una y otra vez por las masas electorales que deniegan su apoyo insoluble al incumbente X porque le dió falsas promesas y habló mentiras para ganar el escaño. Esto lleva que la racionalidad de las masas cambie el voto por el candidato Y que se nota más sincero, buena gente y recto. Y siempre el triunfo del candidato X,Y ó Z se resumió en frases o consignas asumidas en el fervor optimista de un pueblo sin razón de benevolencia o ímpetu de cambio radical consciente. Esta tendencia ha puesto nuestra sociedad en total estancamiento de juicio eleccionario.

El punto de partida será entonces la edificación de una sociedad que haya superado un sistema capitalista colonial por la vía revolucionaria y que enfrente en sus momentos inaugurales una situación caracterizada por una moderada abundancia y demandas competitivas entres los individuos. La asignación de recursos según las necesidades individuales y una correspondiente exigencia de que todos los que puedan trabajar lo hagan al máximo de sus habilidades. Supone la abolición de la propiedad privada de los medios de producción, la supresión de las clases sociales, la eliminación de la explotación capitalista y la elevación del pueblo trabajador, como clase dominante. En poder político estaríamos encaminados a un mando democrático del proletariado.

El alcanzar la vigorización dentro del sistema en que vivimos será la aceptación de un nuevo concepto unitario que lleve a concienciar lo dañino que ha sido los partidos en nuestro país. Una base idealista socialista tiene que germinar y ser enseñada a nivel escolar para que se desenvuelva en la mentalidad propensa de nuestros jóvenes. Serán ellos, los edificantes de un nuevo renacer ideológico progresista capaz de fungir como liderato. Esa será la generación que tendrá el valor necesario para absolver y sobrellevar el coloniaje reinante en nuestra historia. Tanto así, que esa generación tendrá el deber pedagógico necesario para encarrilar al pueblo. Este es un proceso que conlleva un transcurso sustancial de tiempo y comprensión evolutiva de transición social.

A nivel nacional, esta iniciativa de divulgar y difundir nuestros orígenes históricos y culturales, permitirán sentar las bases para edificar un proyecto de identidad, que apelando a la memoria de su pasado, pueda elaborar un sistema funcional de mandato fuera de lineas partidistas tradicionales.

Nuestro deber patriótico deberá ser uno implícitamente rebelde que cauce la simpatía nacional y tenga lo necesario para socavar todo partidismo idiota que mueve las masas. Luchemos por la integridad nacional de un país con sed de determinación e identidad mundial. ¡Muévete!, que en tus manos está terminar de una vez la suciedad gubernamental que nos agobia. ¡¡Viva Puerto Rico Libre!!